Bella celebra su 18º cumpleaños en la casa de los Cullen con Edward y su familia. Al abrir uno de los regalos se corta con el filo del papel. Esa exposición de sangre despierta el instinto asesino de Jasper, que intenta atacarla. Tras lo sucedido, Edward cree que Bella no se encuentra segura rodeada de vampiros, y se siente obligado a terminar su relación y así evitar poner en peligro su vida, por lo que él y su familia se marchan de Forks.

Tras el abandono y la ruptura de Edward, Bella se sumerge en una terrible depresión y sólo encuentra consuelo en su fiel amigo Jacob Black, el cual se empieza a enamorar de ella. A su lado comparte una nueva afición por las actividades extremas y, sobre todo, peligrosas. Éstas disparan sus niveles de adrenalina y le producen alucinaciones que le hacen sentir la presencia de Edward. Pero Jacob también guarda un secreto: pertenece a la manada quileute de licántropos, enemigos ancestrales de los vampiros, lo que pondrá a prueba su lealtad.

Alice realiza una visita a Bella tras ver en una de sus visiones cómo se precipitaba por un acantilado. Se sorprende de verla con vida y, tras una charla, le informa de que Edward la cree muerta y quiere provocar a los Volturi para que lo maten a él también, ya que no está dispuesto a seguir viviendo sin Bella. Ambas viajan a Volterra para impedirlo. Una vez allí, Bella corre contrareloj para salvar a Edward y que éste no se exponga a la luz solar delante de una multitud de personas; pero el peligro no acaba ahí: los Volturi no pueden permitir que Bella continúe con vida pues la consideran un peligro para los vampiros al saber tanto acerca de su especie y condicionan a los Cullen para que la conviertan. Jacob se opone a que Bella se transforme en vampiro, pues se rompería el tratado con los Cullen y además se convertiría en su enemiga. Edward tampoco quiere convertirla pues, según su criterio, mataría su alma, condenándola a la inmortalidad. La película termina con Edward pidiendo a Bella en matrimonio, condición que considera indispensable para convertirla algún día, a pesar de la oposición de él.